Gay Male / Non-English: Una noche de lluvia en Veracruz

By Wassily Kandisky

Published on Feb 19, 2014

Gay

Controls

Tenнa mбs o menos un aсo viviendo en Veracruz Puerto, una hermosa ciudad en el Sur de Mйxico. Me habнa acostumbrado al clima extremo, calor de 40 grados y de lluvias intensas refrescantes por la noche. La experiencia del primer trabajo era gratificante aunque no tenнa aъn realmente amigos por lo que los fines de semana me iba como bicho raro a tomar un tradicional cafй a la Parroquia.

Uno de esos sбbados de soledad, al entrar a la Parroquia me encontrй con un viejo amigo de mi adolescencia, Miguel. Todos le llamбbamos Migue de cariсo en ese entonces. Estaba cenando con sus papбs. Me invitaron a cenar con ellos y me unн gustoso a la comitiva. Tenнa mucho tiempo de no verlo, desde la prepa y se levantу inmediatamente de la mesa para darme un abrazo, sonriente con los brazos abiertos. Me sonrojй al verlo con su bermuda, camisa de turista y sandalias de cuero, nos abrazamos en medio de la Parroquia con fuerte sentimiento y con palmadas en la espalda. El Migue que yo recordaba de la Prepa era amable, bien portado, sonriente y buen compaсero, amйn de que tenнa desde entonces muy buen cuerpo. Pero ahora, al verlo, el corazуn se me fue a la garganta. De ser un chico bien parecido se habнa convertido en todo un hombre: de espaldas anchas y cintura estrecha, tenнa unos brazos de campeonato y un pecho bien desarrollado que se adivinaba sugerente bajo su camisa blanca. No pude verlo bien en ese momento, pero sentн que la verga me daba un respingo de imaginar el resto del paquete.

Me invitу a sentarme a su lado, cosa que hice con cierto nerviosismo, pues habнa sido mi mejor amigo de entonces, amor platуnico y sujeto de mis mбs locas fantasнas desde siempre, aunque habнamos perdido contacto hacнa ya mucho tiempo. Recordй que la primera pelнcula porno que habнa visto en mi vida, lo hice a su lado, en compaснa de otro amigo. La pelнcula era hetero por supuesto, y en ella un jovencito se cogнa sabrosнsimo a una mujer un poco mayor. Migue, para no arrugarse la ropa habнa dicho, se habнa quitado la camisa y estбbamos los tres en la cama, mбs calientes que pan reciйn horneado, viendo la peli. Recuerdo haber estado mбs interesado en la verga del chico y el torso desnudo de Migue que en la vieja.

Apartй de mi mente esos recuerdos y me integrй a la sabrosa plбtica. Sus papбs eran buenos anfitriones y me hicieron sentir en familia. Pasу la noche y Migue me volviу a envolver con su encanto; a pesar del tiempo seguнa siendo un buen hombre y eso me encantу. Cuando pagбbamos ya la cena comenzу una fuerte lluvia que no cesaba. Sus papбs se despidieron pues se quedaban en el Hotel Emporio, cercano a la Parroquia y Migue de inmediato se ofreciу a darme un aventуn. Aceptй de inmediato.

Corrimos al coche entre la persistente lluvia, saltando y esquivando charcos y las corrientes de agua reciйn formadas y sobra decir que llegamos empapados. Riendo como chavales, enfilamos hacia mi casa en Boca del Rнo, que no estaba muy lejos. Vivнa en ese entonces en un fraccionamiento con alberca y en la noche la iluminaban, era muy agradable el lugar. Durante el trayecto iba bastante nervioso aunque siendo sinceros, no pensй que pudiera pasar nada mбs allб de un gesto amable de su parte, pero me animй al llegar a la casa y lo invitй a pasar, para mi sorpresa accediу gustoso.

Empapados como estбbamos entramos a la casa corriendo, pues aъn seguнa lloviendo a cбntaros. Lo invitй a sentarse en la sala y me dijo - No, їcomo crees? te la voy a dejar toda mojada-. Acto seguido se quitу de un tirуn la camisa, dejando al desnudo ese torso bien trabajado. Su pecho tenнa sendos pezones de hombre, del tamaсo de una moneda de 10 pesos y con las tetillas ya paradas por el frнo, en medio de un par de pectorales bastante definidos. Su torso era fuerte y bien proporcionado, me dieron ganas de agarrarlo a mordidas ahн mismo, en medio de la sala. Creo que debн habйrmele quedado ensoсando mбs tiempo de lo normal pues mientras sonreнa maliciosamente, se agachу para bajarse el short y me lo aventу jugando a la cara mientras decнa:

  • їNo tendrбs una secadora?, Asн aprovechamos para platicar mientras esperamos a que se seque la ropa.

  • Claro- alcancй a responder mientras tomaba su ropa y йl se acomodaba en la sala. Un vientre plano y algo marcado, junto con unas nalgas bien paradas y redonditas completaban el cuadro. Solo se quedу en unos bуxers ajustados, blancos con rayas verticales negras y rojas, que hacнan que el paquete entre sus piernas se viera mбs sugerente y las nalgas se le marcaran deliciosamente.

Que cabrуn, pensй, mira que venir a mi casa a calentarme la verga. Decidн dar el siguiente paso y elevar la temperatura al asunto: fui hasta el cuarto de lavado y tomй dos toallas medianas. Me desnudй completamente y me envolvн la cintura con una de las toallas, de forma que me tapara solamente una pierna y la otra quedase al descubierto. De camino hacia la sala, parй en el cuarto de baсo: nada mal, pensй, con mis 1.80 m de estatura, moreno, tenнa un buen cuerpo, nalgуn y con un buen fнsico, siempre he sido musculoso por naturaleza aunque tambiйn soy medio huevуn por lo que nunca hice ejercicio regularmente pero la imagen en el espejo me agradу y sonriente regresй a la sala.

Migue estaba poniendo un disco en el estйreo. Sus bуxers aъn estaban mojados y realmente estaba dejando gotas por toda la sala. -No chingues- le dije mientras le aventaba la toalla. -Dame tus bуxers wey que estas mojando todo, pendejo-. Se riу ante la idea y quitбndose la ropa interior de un tirуn, me los aventу y permaneciу un momento de pie, desnudo, frente a mн. Ahн fue cuando supe que la situaciуn no tenнa remedio, algo habrнa que hacer. Nunca habнa tenido la oportunidad de ver su verga, asн que fue electrizante ver aquel animal al desnudo, aunque fuera por un instante. Era una verga definitivamente por encima del promedio, sin circuncidar, gruesa en la base y se adivinaba con una cabeza promedio; sin embargo, como estaba a medio excitar, no pude por el momento comprobar su tamaсo total. Migue se cubriу entonces la cintura con la toalla, sin tomarse demasiada prisa, como disfrutando el hacerme sufrir ante semejante visiуn; lo hizo lentamente, de forma que pude ver que se habнa recortado el vello pъblico. Me dio gusto pues yo tambiйn lo hacнa de forma regular.

Le servн entonces una cerveza y nos sentamos a platicar como si nada: dos machos en pelotas (aunque con toallas eso sн) en medio de la sala. La tensiуn era latente, una cosa llevу a la otra y pronto estuvimos platicando de nuestra vida sexual. Me contу que se habнa casado y divorciado al aсo. No me dio razones ni tampoco se las pedн. Mientras platicбbamos, Migue dejaba que la toalla de su cintura se abriera mбs de lo normal y un testнculo, grande y con una fina pelusa de vello, se asomaba curioso a la conversaciуn. No pude evitar que mi vista se deslizara hacia el intruso y Migue se dio cuenta enseguida, mas no dijo nada. Mas bien se echo hacia atrбs en el sofб, exponiendo su paquete todavнa mбs, pero sin develarlo todavнa. Su verga comenzу a extenderse con la conversaciуn y poco a poco, se notaba que la calentura iba en aumento. En un momento, me dijo que la razуn por la que habнa tronado con su esposa era porque no lo satisfacнa sexualmente. Y mira - me dijo mientras se quitaba la toalla, exponiendo al cien su verga - que tenнa con que.

Su verga se mostraba ya a medio mбstil, su base comenzaba a llenarse poniйndola mбs gruesa a cada segundo y la cabeza todavнa escondida en el prepucio. Pues ahora o nunca, pensй. Con el corazуn latiйndome a mil, le dije - Pues veamos entonces si es cierto- mientras me quitaba tambiйn la toalla de la cintura, mostrбndole mi verga circuncidada que tambiйn ya estaba excitada, mostrando mi cuerpo desnudo sin vergьenza, mientras, dбndole la espalda, apagaba la luz de la sala y abrнa las cortinas de la sala.

Sentн los ojos de Migue recorrer todo mi cuerpo, mientras las ondas de luz azul de la alberca se reflejaron en el techo de la sala. Me acerquй a Migue con un gesto de nerviosismo y complicidad. El sуlo me observaba con una sonrisa en la cara, ahн supe que todo lo habнa planeado este cabrуn. Sentado como estaba, con la espalda casi en el asiento del sofб, su cuerpo entero se veнa maravilloso, prбcticamente lampiсo y de una tonalidad de piel apiсonada. Un ejemplar de hombre maravilloso, de pies a cabeza. Era la primera vez que veнa una verga tan de cerca y no iba a dejar pasar la oportunidad. Caminй hacia el sofб y metн mis piernas desnudas entre las rodillas de Migue, haciendo que las abriese y me permitiera apreciar ese instrumento tan sabroso. Migue sonreнa en todo momento y mi corazуn no paraba de sonarme en el pecho, pero seguн adelante. Mi verga ya estaba a todo lo que daba, con sus 21 centнmetros de largo, no me daba pena exhibirla enfrente de su rostro, que enfocaba su mirada entre mis ojos y mi verga.

El tronco de Migue todavнa no acababa de extenderse cuando me arrodillй en la alfombra y tomбndolo con las manos, comencй a masajear ese pedazo de carne. El contacto era electrizante, mis dedos le recorrieron desde la punta del miembro hasta la base, pasando por aquella vena tan grande que le recorrнa todo ese tolete; mis manos encontraron pronto el ritmo, sintiendo como su verga se llenaba rбpidamente; Migue me guiaba, acariciбndome los brazos y el pecho mientras mis dedos se aferraban fuertemente a su verga, haciйndola crecer mбs allб de lo que esperaba. Al final, calculo que su tronco irнa por ahн de los 24 centнmetros y pude apreciarla en todo su esplendor, de una base gruesa que no podнa abarcarla entre mis dedos pulgar e нndice, iba haciйndose un poco mбs fina hacia arriba en una larga y turgente curva espectacular, de modo que se erguнa orgullosa contra el vientre marcado de Migue. La comparй con mi propia verga circuncidada, un poco mбs corta y mбs delgada y me gustу que fueran diferentes. El color de su prepucio, un poco mбs oscuro que la base de su miembro, se antojaba suculento.

En todo momento, nunca dejamos de vernos a los ojos. Inclinбndome un poco, pude alcanzar a oler el olor de macho que expedнa su verga. Para entonces, un fino rastro de lнquido seminal se extendнa de la punta hacia los grandes huevos. Me pasй la lengua por la boca y ese pareciу ser el gesto que estaba esperando Migue para su siguiente movimiento: tomбndome suavemente de la cabeza, me guiу hasta su miembro. Lo hizo sin fuerza, casi naturalmente y aunque en mi mente abundaban mil dudas sobre lo que iba a hacer, me dejй llevar. Abrн la boca lentamente, depositando mis labios sobre su miembro y saboreando la cabeza del miembro de mi amigo, probй el agradable sabor salado de su cuerpo. Mientras mi lengua exploraba su virilidad por primera vez, mis dedos jugaron con los pliegues de su verga y encontraron que si los jalaba hacia atrбs, dejaba al descubierto la cabeza en todo su esplendor. Migue solo gemнa de vez en cuando mientras observaba golosamente mi boca haciendo su trabajo en su cuerpo, dejбndose querer.

Aunque era nuevo en eso de mamar vergas ajenas, juzguй mi actuaciуn a razуn de los gemidos de mi amigo. Iba descubriendo lo que particularmente le gustaba y lo que no. Gritaba y gemнa como loco mientras mi boca y lengua recorrнan el tronco y la cabeza de mi amigo. Me la habнan mamado antes y conocнa suficientemente mi cuerpo como para conocer los puntos sensibles de la verga de un hombre: en poco tiempo lo tenнa dominado y aunque no me la tragaba completa porque era muy grande por lo gruesa que era, lo manejaba bastante bien.

Nunca habнa decidido el rol que tendrнa en el sexo gay, activo o pasivo, pero era lo suficientemente curioso como para no echarme para atrбs, lo disfrutarнa al mбximo. Lo ъnico que me preocupaba un poco era que no sabнa que querrнa Migue asн que decidн averiguarlo. Comencй a mamar a Migue con lentitud, dejando que disfrutara de la sensaciуn de mi boca hъmeda acariciando la base de su miembro mientras subнa hasta descubrir la cabeza y mamaba los pliegues y las venas de su verga sin circuncidar. Le encantу el tratamiento, pues gritaba de placer y gemнa fuertemente mientras me acariciaba mi pelo con suavidad y sus piernas se estiraban y ponнan rнgidas de vez en cuando, apoyбndose sobre los dedo gordo del pie en un esfuerzo por no venirse. Cada vez que esto pasaba, dejaba de mamarlo y apretaba fuertemente la gruesa base de su pene, para demorar su venida, solo para empezar de nuevo con la suave tortura. Le seguн mamando de esta manera hasta que su cuerpo y el mнo estuvieron sudorosos por la excitaciуn y el bochorno de una noche como esa.

Pude encontrar la posiciуn de mis dedos adecuada para ordeсarle un poco mбs la verga y extraerle mбs lнquido que no paraba de brotar como si de una fuente se tratara. Mi propia verga nunca era tan abundante por lo que me divertнa el que fuese asн. Pronto mi boca estuvo llena del lнquido seminal que emanaba Migue, asн que lo dejй caer sobre su verga y este se extendiу sobre sus huevos y mбs abajo, en donde nacнa su culo. Comencй entonces a mamarle un poco mбs fuerte, solo con la boca, mientras con los dedos mojados del viscoso lнquido le acariciaba las bolas con firmeza, pues me gustaba sostener entre mis manos el placer que emana del tener a un hombre literalmente por los huevos, una mezcla de poder, confianza y dominio que me arrebatу. El se dejу llevar y abriу aъn mбs las piernas para darme espacio de maniobra. En seguida se dejу caer de espaldas sobre el sofб completamente, ofreciйndome toda su virilidad sin reserva.

  • A ver que pasa- me dije, y mientras le continuaba mamando, mi mano izquierda sostenнa sus grandes huevos, ya humedecidos completamente por tanta saliva y lнquido seminal. Pude ver entonces el objetivo de mis acciones: su suave culito rosa oscuro en medio de sus fuertes nalgas. Apoyй tentativa y suavemente, la punta de mi dedo нndice derecho en la suave entrada. Hъmedo como estaba, presionй ligeramente hasta sentir como se abrнa en flor, dejando entrar sуlo un centнmetro de mi dedo en su cuerpo. Migue no se inmutу, no protestу y al contrario, movнa el trasero como exigiendo mбs, pero sin decir una palabra al respecto y observando en medio de sus piernas la maniobra de succiуn que continuaba sin parar, mi boca comenzу entonces a mamarle la verga con una voracidad tremenda, para distraerlo de lo que vendrнa. Migue sucumbiу a la tentaciуn y levantando los pies del piso, los apoyу sobre mis hombros, arrodillado como estaba sobre su verga.

Sin dejar de mamarlo, introduje entonces un poco mбs mi dedo, hasta llegar a la segunda falange, y comencй a explorar el interior de su culo, hъmedo y caliente. Migue gimiу y gritу todo lo que quiso, pero dejу de moverse, como para acostumbrarse al nuevo intruso. Notй su culo estrecho, los mъsculos de su culo rebelбndose en un principio y luego acostumbrбndose al intruso, para comenzar a ordeсarlo en movimientos regulares de contracciуn; no sabнa si era su primera vez, pero para mн lo era y lo disfrutй como tal. Girando lentamente mi dedo, lo metн hasta el fondo y encontrй su prуstata. Sabнa el poder que tiene esta glбndula sobre el placer del hombre pues a menudo me masturbaba con un dedo en el culo, pero darle placer a otro hombre al masajearle su punto P era estupendo, el poder darle placer a Migue de esa forma, era genial. Emitiу un gruсido de hombre de las cavernas que me asustу un poco pero se dejу hacer y cuando mi dedo comenzу a masajear el punto sensible, casi se me viene en la boca pero lo logrй contener, sujetбndolo con la mano izquierda por la base de la verga henchida.

Para entonces, mi dedo нndice ya era un experto en el arte de coger y comenzу a entrar y a salir lenta y rнtmicamente por el culo de mi amigo. Ay wey- alcanzaba a decir Migue - no sabнa lo rico que se sentirнa...- decнa mientras su cuerpo desnudo temblaba en el sofб. Mientras le mamaba la verga, masajeaba los huevos y le estaba dando una cogida con el dedo de campeonato, observaba su vientre contraerse por la excitaciуn, con la respiraciуn agitada. Encontrй placer en el hallarme capaz de poder llevarlo a ese estado.

Estuve unos 15 minutos con la boca llena de su verga, saboreando el darle placer a este viejo amigo, mientras por otro lado me lo cogнa aunque fuese con el dedo. Mi propia verga estaba llena al pleno y exigнa atenciуn. No pude aguantar mas y comencй a dedearlo en serio, cada vez mбs rбpido, querнa que terminara ya y observar su cara mientras se venнa. Pronto tuve mi recompensa pues sus piernas envolvieron mi cuello fuertemente mientras su cuerpo se ponнa rнgido por enйsima vez; esta vez lo dejй seguirse y dбndole una ъltima chupada a su colosal verga, me puse a chaquetearlo y a meterle el dedo al mismo tiempo, de forma rнtmica y coordinada. Migue gritу fuertemente y mientras me miraba con una mezcla de amor, placer y desconocimiento, volviу a apoyar sus pies en mis hombros y arqueу la espalda para que mi dedo fuera mбs allб, me animй y le metн el dedo anular junto al нndice, esperй unos segundos a una protesta que nunca llegу y de golpe los empujй hasta el fondo; pronto se vino en chorros tremendo de semen blanco y abundante, contй 6, inundando la sala con su olor a almizcle. Su vientre, su pecho y parte de mi cara estaban baсados con el lнquido blanco.

Poco a poco, se fue calmando, recuperando la respiraciуn, aunque para mi sorpresa su verga no se desinflу, continuу en un estado de semiexcitaciуn que la hacнa verse aun mбs deliciosa. Retirй entonces mis dedos de su culo y con un ligero "plop", salieron de su cuerpo.

Riйndose a carcajadas, Migue me tomу de los brazos y me jalу hacia su cuerpo, para que nos abrazбramos. En vez de eso, me puse de pie frente a йl y tomбndolo de la mano, lo puse de pie; apenas pudo hacerlo pues las piernas le temblaban. Le tomй entonces de la cintura desnuda y lo llevй hacia mi cuarto. Era un cuarto grande, con una cama King size, perfecta para lo que vendrнa a continuaciуn. Lo sentй sobre la cama y yo permanecн de pie frente a йl, ofreciйndole mi verga, un poco a fuerzas porque no aguantaba mбs, necesitaba venirme. Le tomй de la cabeza y fue mi turno entonces de guiarlo hacia mi propia verga. Йl parecнa ser un poco reticente a hacerlo pero su calentura fue mбs y tomбndome de las nalgas, me acercу a su boca. Mi verga entrу en su boca y le agradecн el devolver el favor pues pronto me hallй con la verga entre esos labios carnosos.

Creo que para no quedarse atrбs, mientras me mamaba la verga, me acariciaba las nalgas, separбndome los glъteos. Me acercу un dedo a la boca y se lo mamй para ponerlo hъmedo y a punto para lo que sabнa iba a pasar inevitablemente. Retirу mi dedo ensalivado y poco a poco, fue masajeando mi culo hasta meterlo hasta el fondo. Aunque su dedo era mбs grande que el mнo, me acomodй fбcilmente y pronto lo tuve hurgando en mi interior, deseбndolo cada vez mбs adentro. En un momento, quiso meter dos dedos, pero le pedн que parara pues era demasiado. No hubo problema y siguiу mamando como si nada; de alguna forma se acomodу los 21 centнmetros de mi verga en el interior de su boca y aunque al principio estaba reservado, ahora parecнa disfrutar darme sexo oral. Se engullнa mi verga y luego la tomaba sуlo por la cabeza, dбndole besitos y pasando la lengua por el orificio y atrбs de la cabeza, en el frenillo. ЎUff!, se sentнa delicioso mientras su lengua viajaba desde mis huevos hasta la punta del tronco, para luego tragбrsela toda, darles unas cuantas mamadas, escupirla y volver a empezar. Le tomй por las orejas mientras comenzaba a coger su boquita deliciosa y йl a su vez continuaba su trabajo en mi culo. Nuestros ojos se encontraban y no sabнamos como reaccionar a esta pasiуn que estбbamos experimentando, con amor, angustia, temor, sн, pero sobre todo un sentimiento de liberaciуn que compartimos en comъn. Contrario a lo que pensaba, tardй mucho tiempo en venirme en su interior y para mi sorpresa, con cada trancazo de semen que aventaba mi verga, Migue se tragaba cada gota. Creo que mбs que por gusto, al principio le sorprendiу el primer metrallazo pero se aguantу los que vinieron y hasta lamiу la punta, secando todo rastro de semen.

Las piernas me temblaban y no podнa estar mбs tiempo erguido. Migue percibiу esto y me atrajo hacia su cuerpo, desnudos y sudados como estбbamos no nos importaba nada ya. Nos acostamos en la cama, disfrutando el contacto mutuo de nuestro abrazo, restregбndonos las vergas mutuamente, enredбndonos las piernas. Migue me comenzу a besar el cuello fuertemente, como para dejar huella de la pasiуn que sentнa en esos momentos. Subiу hasta mi oreja y ahн enloquecн. Siempre he sido muy sensible en ese punto y al reнrme, nuestras bocas se encontraron. Fue extraсo ese primer beso, sentir su lengua hъmeda y refrescante, el contraste con su boca y barba de medio dнa que ya comenzaba a raspar contra la mнa. Extraсo mбs excitante. Me fundн con Migue en un abrazo de saliva y sudor.

Estuvimos besбndonos y explorбndonos los cuerpos por un buen rato, perdн la nociуn del tiempo hasta que vi mi despertador, que marcaba un poco antes de la medianoche. Migue tambiйn lo vio y les hablу a sus papбs para tranquilizarlos y decirles que pasarнa la noche conmigo, que habнamos bebido de mбs y era mejor no conducir hasta la siguiente maсana. Me gustaba cada vez mбs la decisiуn de este hombre.

Me parй y lo invitй a darnos un baсo juntos. Le tomй de la mano y lo llevй hasta la regadera. Dejй la luz a media intensidad para mejorar el ambiente. Abrн la llave hasta dar con la temperatura perfecta mientras йl no dejaba de abrazarme por detrбs de la espalda, sentнa su palo ya otra vez en pleno, henchido contra su vientre y haciendo un surco entre el cana de mis nalgas. Estaba temeroso ante la idea de que esa verga me cogiera, pero eran claras sus intenciones y estaba tambiйn demasiado caliente como para no darle puerta. Sus manos se prendieron de mis tetillas, dбndoles pequeсos y suaves pellizcos que me prendieron aъn mбs mientras su verga encontraba un бngulo que masajeaba la entrada de mi culo con su longitud y me pegaba en los huevos con la punta, de tan larga que era. Podнa sentir como la larga curva de su percha se deslizaba lascivamente entre mis nalgas, hasta tocar mis huevos con la cabeza, justo para retirarse hasta la entrada de mi culo y coquetear solamente con йl. Migue deslizу su brazo hasta mi verga y comenzу un suave vaivйn a ritmo de sus cogidas en seco. Le alcancй un jabуn y apoyй las palmas de las manos en la pared, elevando las nalgas para darle un mejor acceso. El entendiу mi aceptaciуn y comenzу a enjabonarme desde los hombros hasta los pies. En un momento estuvimos llenos de espuma los dos, su verga todavнa jugueteando entre la raja de mi culo, pero sin ir mбs allб de ponerme a mil la calentura. Dбndome la vuelta por la cintura con sus fuertes manos, me besу apasionadamente mientras sus manos seguнan atadas a mis nalgas turgentes, amasбndolas, separбndolas y metiendo un dedo en ellas hasta el fondo. Salimos limpios y mojados del baсo, envueltos aъn en un abrazo, yo por delante y йl detrбs mнo. No pensй que hubiese forma de escaparme de la cogida que vendrнa asн que me armй de valor para lo que seguirнa.

Nos acostamos en la amplia cama, boca arriba yo y йl sobre mi cuerpo, comenzamos a besarnos, su boca recorriу brevemente mi cuello y comenzу a descender por mi pecho hasta encontrar mis tetillas. Las mordiу suavemente al principio y luego comenzу a succionar, amasando cada pecho entre sus manos disfrutбndolo como si de una delicada fruta se tratara. Estuvo un rato asн hasta que decidiу bajar hasta mi ombligo y agarrarlo a besos. Mi verga ya estaba henchida y con la primera mamada que me dio casi me vengo, pero aguantй y el hundiу su cabeza en mi entrepierna, sujetбndome fuertemente por los muslos. Siguiу mamando asн, ya era casi un experto en el tema y de repente, se irguiу sobre la cama para tomar dos almohadones, los colocу bajo mi culo para elevarlo. Una vez que estuve cуmodo me tomу de las piernas y las colocу sobre sus fuertes y amplios hombros. Mi culo estaba entonces totalmente expuesto a sus deseos, pero el se aferrу todavнa un rato mбs a mi verga con su boca, mandбndome a placeres extremos.

Sus manos comenzaron a masajear mi trasero y supe que el momento iba a comenzar. Su boca se distrajo un momento de mi palo y comenzу a darle besos a mi culo, ensalivбndolo y poniйndolo a punto. Un dedo travieso se introdujo primero suavemente en mi ano y luego con mбs confianza se dejу entrar hasta el tope, dejбndome sin aliento por un momento. A pesar de lo rico que se sentнa su dedo jugueteando en mi culo, supe que a continuaciуn vendrнa otro grueso dedo mбs y no creнa poder soportarlo. Alarguй la mano y de la cуmoda al lado de la cama, alcancй el gel con que a veces me masturbaba. La abrн con ambas manos y tomando una generosa porciуn, me lo apliquй en el culo, dejбndome una frнa sensaciуn que poco durу, pues su dedo entraba cada vez mбs fбcilmente. Tomй una almohada para observar lascivamente sus movimientos, mientras su dedo me cogнa lentamente y sentнa mi palo rнgido de placer entre los dedos de su mano izquierda. Un momento despuйs, de haberse embarrado mбs gel, un segundo dedo alcanzу al primero. Mi culo se rebelу un instante ante la intrusiуn, que aunque deseada, era temida. Sentн como los mъsculos de mi culo se cerraban fuertemente en sus dedos y de momento pensй que iba a partнrselos de tan fuertes que eran los espasmos. Me calmй y relajй un instante, pujando para que mi culo se relajara y sentн como se abriу ante los dedos de Migue. Poco a poco, sin protestas de mi parte, sentн como sus dedos se abrieron paso por completo en mi culo, aflojбndolo y preparбndolo para lo que vendrнa a continuaciуn. Su mano izquierda abandonу mi verga y se lo agradecн pues estaba mбs concentrado en la mezcla de placer y dolor en el culo y podrнa haberme venido antes de lo deseado. Encontrй una satisfacciуn que no esperaba en el abandonarme de esa forma a otro hombre, en entregarme completamente, sin reservas. Sus dedos comenzaron a hurgar cada vez mбs profundo, girando lentamente y acostumbrando mi culo a la sensaciуn de estar siendo invadido. Poco a poco, la molestia que sentнa fue pasando, dejando paso a un placer a la vez extraсo y a la vez maravilloso.

Migue estuvo dбndome dedo por un rato mбs, y cuando vi que su mano se estiraba por mбs gel y lo aplicaba en la gloriosa verga, temн por mi vida. A partir de ese momento, Migue habнa adoptado el rol del "hombre" y yo me dejй llevar. No sentнa que me estaba violando a la fuerza ni que me iba a coger de forma unilateral, sentн que le estaba entregando mi culo pero decidн que no serнa solamente pasivo en esta relaciуn: su culo serнa tambiйn mнo antes de que acabara la noche.

Caliente como estaba, no sabнa si cogнa de esa forma con su ex mujer o sus viejas, pero no me importaba, por esa noche este hombre era mнo y de nadie mбs. Me pareciу que tenнa cierta prбctica en el sexo anal porque, apartбndose de mi culo, sacу ambos dedos del mismo. Me hizo que me incorporara de rodillas sobre la cama y pude verle la verga en plenitud: la habнa embarrado perfectamente de la punta hasta la base y brillaba de forma obscena con la cubierta de gel; sentн que mis miedos estaban infundados, este cabrуn me iba a matar con semejante falo. Sonriendo, me tomу por los hombros y me volteу boca abajo sobre los almohadones, de forma que mi culo quedara al aire. Me dejй hacer, totalmente abandonado a esta nueva sensaciуn de ser el que recibe la verga de otro. Migue se acomodу entre mis piernas, separбndomelas con las rodillas un poco. Sentн como sus manos me acariciaban los hombros, la espalda y la cintura, hasta llegar a mi culo. Sentн como me abrнa el culo con ambas manos y a continuaciуn la cabezota de su verga que probaba la abertura de mi ano.

Comenzу poco a poco, para que mi trasero se fuese acostumbrando. A pesar de haber tenido ambos dedos en mi interior, la sensaciуn era diferente, pues su gruesa verga comenzу a hacerse camino por senderos no antes explorados. Aguantй la clara sensaciуn de dolor, que para mi sorpresa no era tan grande como la esperaba. Supongo que muchas noches de jugar con mi culo habнan tenido su recompensa, pero de todos modos lo sentн avanzar de forma lenta pero contundente. Estuvimos asн unos minutos; mis gemidos no paraban aunque quisiera pero el placer era mucho. Йl no dijo nada, parecнa estar mбs concentrado en no causarme algъn daсo que en su propio placer, preguntбndome si todo iba bien, si paraba o seguнa. Solo cuando tuve 3/4 de su falo en mi interior, se detuvo y se quedу quieto, observando mis reacciones. Yo sentнa que mi culo me ardнa tremendamente pero aguantй hasta que la sensaciуn fue desapareciendo. Entonces mi culo comenzу a ordeсarle ese gran tronco, espasmуdica e involuntariamente, como si de una boca hambrienta se tratara. De esa forma Migue siguiу todo su camino hasta que sentн su vello recortado pegar contra mis nalgas. Mis piernas seguнan sobre sus hombros y йl se apoyу entonces sobre la cama, para comenzar suavemente un movimiento de mete saca que pronto me enloqueciу.

La primera vez que lo sacу, lo hizo lentamente hasta casi sacar la cabeza de mi culo, sentн que una parte de mн me abandonaba y bajй mis piernas hasta rodearlo por la cintura, atrayйndolo hacia mн. El regreso de su miembro en mi interior fue intenso y comenzу a cogerme de forma rнtmica, agarrбndome ahora por los hombros, como si a cada embestida quisiera hacerme saber que era suyo. Al principio fue suave, haciйndome disfrutar cada cogida como si fuese la ъltima. Sentнa como su gran palo me masajeaba la prуstata a plenitud y la sensaciуn de apertura de mi culo era al mбximo. A cada retirada, sentнa que la vida se me iba, sуlo para devolverme el alma con cada empellуn de sus caderas. Le acariciй los brazos y el pecho mientras el parecнa hipnotizado por la visiуn de su verga entrando y saliendo entre mis nalgas. Siendo yo un poco mбs moreno que йl, era excitante la diferencia de cuerpos. Sentнa como sus huevos se estrellaban contra mis nalgas a cada embestida, lo que me provocaba un poco de cosquillas. Comenzу a dar mayores empellones, cada vez con mбs fuerza, pero de forma controlada.

La cama chirriaba un montуn, quejбndose de los dos cuerpos que la azotaban sin piedad y seguramente nuestros gemidos se oirнan con los vecinos pero no me importaba nada. Sentн como nuestro placer se desbocaba y lo dejй cogerme mientras que aprendнa a darle placer con el culo, cerrando y abriendo a voluntad los mъsculos de mi ano. Esto le prendiу definitivamente, pues parу por momentos su нmpetu para volver a un ritmo mбs sosegado pero increнblemente sexi. Me quitй los almohadones debajo del culo y йl me sostuvo, cambiando mis piernas en su cintura hasta alzarse entre mi cuerpo y besarme en la boca, aъn conectados por medio de su gran verga. Esto despertу en mi otros бngulos de placer, por lo que no pude evitar gemir en medio de su caliente beso, su boca cubriendo la mнa y nuestras lenguas enlazadas. Migue comprendiу que me encantaba esta nueva posiciуn y me abriу mбs las piernas, me clavу a la cama con sus brazos envolviendo mis piernas y sus manos en mis hombros. Me hizo sentir que era su culo sin una sola palabra, todo en йl era sensual. Me encendнa el observar su torso musculoso subiendo y bajando en mн, sus ojos que no se apartaban de los mнos y de mi rostro, atento a cualquier reacciуn de placer que le indicara el camino a seguir.

Comencй entonces a darle marcha con el culo, anticipбndome a cada movimiento suyo, cerrбndole el paso para que disfrutara de mi estrechez. Migue me llamaba a gritos por mi nombre de una forma encantadora, repitiйndolo entre gemidos de placer entrecortados. Sentн como si su verga creciera de repente al doble y supe que el momento habнa llegado, comenzу a darme mбs fuertemente, sin soltarse del beso apasionado. Sus embestidas se hicieron cada vez mбs duras, haciйndome rebotar contra la cama, pero sin dejarme ir, sujetбndome aъn por los hombros fuertemente. Mi verga se restregaba ahora contra su vientre lampiсo y cuando, no pudiendo aguantarme mбs, me vine copiosamente contra su pecho, mi culo comenzу a ordeсarle incontrolablemente. Migue parу en seco sus embestidas y se vino en mi interior, gritando mi nombre mientras lo hacнa. Sentн que su verga se hacнa aъn mбs gruesa por la venida y que palpitaba en mi culo, juro que por un instante sentн los latidos de su corazуn en mi ano. Sentн la caliente metralla entrar en mi interior, dejбndome su marca para siempre. No me importу. Su descarga fue en varios metrallazos, saciбndome el culo cada vez que lo hacнa.

Se quedу en mi interior, mientras jadeando se dejу caer sobre mi hombro. Lo envolvн en un abrazo y le besй nuevamente. Mi culo latнa aъn por la venida, mi ano le seguнa exprimiendo cada gota del preciado lнquido con que me habнa recompensado. Migue se habнa convertido en el primer hombre en mi vida y le besй por ello. Nuestros vientres eran una mezcla de sudor y semen, pero seguimos unidos en estrecho abrazo. Su verga siguiу latiendo en mi interior, renuente a abandonar su nuevo hogar, todavнa en un estado de semiexcitaciуn agradable, pero al final mi culo la expulsу.

Decidн que era momento de tomarnos un descanso, por lo que lo dejй en la cama, hundido en sus pensamientos por lo que acababa de pasar y como pude llegue de nuevo a la regadera. Sentнa que el culo me ardнa y que el ano me iba a explotar y me reн de mi mismo porque seguramente estaba caminando extraсo. Me comencй a dar un lento regaderazo, para quitarme todo rastro de sudor y semen, me lavй perfectamente el culo, que ya se recuperaba de la deliciosa invasiуn. Migue abriу en un instante la puerta del baсo, deslizбndose junto a mн. Parecнa cambiado, muy amoroso y diferente del macho dominante que me habнa cogido hacнa sуlo unos instantes. Su cuerpo parecнa irreal en la penumbra, pues no habнa encendido la luz del baсo y un resplandor trйmulo se colaba por la puerta desde la recбmara. Me besу y me baсу por completo, enjuagбndome la verga perfectamente y el culo. Me abrazу fuertemente y el contacto de nuestros vientres al desnudo me volviу a encender. Debo confesar que sentнa el palo entumecido de tanto placer y tantas venidas, pero aъn asн, contra toda predicciуn, se me parу por completo en un momento. Me dijo que siempre habнa querido cogerme por el culo; lo habнa intentado con su esposa y nunca lo habнa dejado. - Mejor para mн- pensй con una sonrisa.

  • Ahora te toca a ti demostrar de lo que estбs hecho, tambiйn es mi primera vez - me dijo y tomбndome de la verga, me sacу de la regadera. Me llevу hasta la sala y se puso de rodillas sobre el borde del mismo, ofreciйndome su generoso culo, todo para mн. Lo observй un instante, mientras Migue volteaba a verme, meneando la cola y sonriendo. Me encantaron al instante las curvas firmes de su trasero, que de por sн era paradito y turgente, pero musculoso y breve, como pensaba que todo el culo de un hombre debe ser.

Acariciбndole las curvas y la espalda, le fui calmando pues sabнa por lo que iba a pasar. Migue se volviу un poco salvaje ante la expectativa de ser cogido por el culo por primera vez. Lo cubrн con mi cuerpo, besбndole la oreja y susurrбndole al oнdo lo que le iba a hacer y meneaba el trasero con decidido placer. Sus nalgas se adoptaron a la intromisiуn de mi verga, que se introdujo entre sus piernas para ir a parar al lado de sus huevos. Eso estaba bien, en un principio, para irlo acostumbrando a la sensaciуn de peso. Debнa reconocer que era mбs aventado que yo, pues fue йl quien tomбndome de la verga entre sus piernas, me la embadurnу de gel para ponerla a punto.

Cuando estuvo bien lubricada, me ofreciу su culo una vez mбs. - Hazlo ya- me dijo mientras sus ojos se encontraban con los mнos en una sъplica. Me coloquй en posiciуn y, dado que su culo habнa ya aceptado anteriormente dos de mis dedos, pensй en probar suerte desde el principio con mi verga, que estaba ya a todo mбstil. Le apliquй abundante gel sobre su culo, metiйndole dos dedos suavemente y no replicу, mas bien gimiу y arqueу aъn mбs la fuerte espalda. El espectбculo de tener a ese hombre bajo mi dominio me dejaba sin aliento. Sus hombros anchos se destacaban contra la brevedad de su cintura y su culito al aire me encendiу al mбximo.

Guiй la punta de mi palo hacia su culo, dejбndolo descansar brevemente, para luego meterlo unos centнmetros, sуlo la cabeza para empezar. Migue reculу y se echу para atrбs, exigiйndome mбs despuйs de unos instantes. Comencй entonces a cogerlo con suavidad, introduciйndome centнmetro a centнmetro en su interior, sintiendo como su culo hъmedo, caliente y estrecho me daba la bienvenida. Migue gemнa cada vez mбs alto y su verga permanecнa en un estado de semierecciуn, meciйndose entre sus piernas. Le tomй de la cintura y comencй a introducirme entonces en serio, hasta el tope de mis huevos. Los 21 centнmetros de carne se introdujeron en Migue y este alzу la cabeza. Lo tomй suavemente de los cabellos y subн los pies al sofб, de forma de que mi cadera quedase por encima de la suya para generar un mejor бngulo de ataque. Sentн como si estuviese domando y comencй a darle candela poco a poco, retirando mi tolete hasta que estaba a punto de abandonar para luego volverlo a meter hasta el tope y volver a comenzar. Migue reaccionу a mis ataques con gemidos de placer y gritos entrecortados, le estaba dando directamente en su centro de placer, sentнa su prуstata agitarse con cada ataque de mi falo. Su culito me exprimнa deliciosamente cada centнmetro de mi ahora entumecida verga, a cada acometida me ordeсaba que era un placer. Continuй asн, bajando mis nalgas sobre su pobre culito mientras lo sujetaba por los hombros. Supe entonces el placer que era el tener a un hombre como Migue, domado por la fuerza de tu propia verga en su culo, gimiendo de satisfacciуn con cada empellуn. Disfrutй de sus suaves nalgas tanto como quise.

Como estбbamos en el sofб, podнamos ver hacia la alberca del fraccionamiento, aunque nadie podнa ver hacia el interior pues estбbamos a oscuras, sуlo iluminados por la propia luz interior de la alberca que se reflejaba suavemente sobre el techo de la sala. Mientas continuaba con mi cogida, vimos como pasaba un matrimonio vecino, seguramente regresando de alguna fiesta. Migue seguнa gimiendo como salvaje y le cubrн la boca con la mano para callarlo mas fue en vano pues sus gemidos seguнan escuchбndose en medio de la noche, los esposos rieron, volteando a ver hacia mi casa y siguieron su camino hasta su casa. Este acto de exhibicionismo involuntario me excitу en gran medida y comencй a darle con destreza y decisiуn, haciendo que el pobre culo de mi amigo sacara chispas de lo calientes que estбbamos. Le alcancй la verga con la mano, para encontrarla erguida en su totalidad nuevamente, agitada contra su propio vientre. La sujetй fuertemente y comencй a masturbarla con un ritmo que se acoplaba a mi propia verga sobre su culo. Migue se debatнa sobre el sofб, acercбndome las nalgas a cada carga de mis caderas sobre su culo.

Continuamos con ese ritmo un rato mбs, disfrutando del contacto carnal; mis huevos comenzaron a pegar en sus nalgas y era deliciosa la caricia. - Me encantan tus huevos - me dijo en un susurro y acomodй el бngulo para que los sintiera aъn mбs. Aumentй el ritmo de ataque hasta que pensaba que me iba a venir en su interior, pero me retirй completamente de un tirуn. Migue protestу ante el abandono, pero lo tirй sobre la mullida alfombra, poniйndolo sobre su costado izquierdo y acostбndome a su lado, justo detrбs de йl; le rodeй en con un brazo mientras que le subнa una pierna con la mano derecha para acceder a su culo y de un empellуn se la volvн a meter. Migue se derritiу entre mi abrazo mientras yo le mordisqueaba la oreja y volvнa a metйrsela con renovados brнos. Despuйs de unos minutos, su verga no aguantу mucho tiempo mбs la tortura y se vino casi en seco, pero en un evidente torrente de placer, pues su cuerpo se sacudiу en espasmos y su verga, ahora presa entre mi mano derecha, arrojу abundantes chorros de espeso semen; increнble la cantidad despuйs de venirse tantas veces en esa noche. Seguн con el ritmo hasta sentir en la base de mi verga como se iba construyendo el deseado orgasmo y sin mбs le plantй mi semilla en su interior, viniйndome para mi sorpresa en abundantes descargas en su culo.

Jadeamos los dos, los corazones desbocados por el placer y el esfuerzo, pero satisfechos al fin. Me quedй en su interior, mi verga aun palpitando en su trasero, un brazo alrededor de su cuello y el otro en su pecho, como protegiйndolo de lo que pudiera pasar. No sй en quй momento nos quedamos dormidos, agotados; tampoco el momento en que nos fuimos a la cama, pero despertamos alrededor de las 11 de la maсana del otro dнa. Un bello sol se colaba por entre las persianas de la habitaciуn y con Migue entre mis brazos, era feliz.

Entre besos, abrazos y pellizcos nos baсamos rбpidamente y fuimos por sus papбs para desayunar. Nos regaсaron por haber bebido tanto, pero nos reнmos juntos con complicidad y satisfacciуn. Esa tarde se tuvieron que regresar a la ciudad donde vivнan, pero quedamos en vernos la semana entrante. Sobra decir que fue, nuevamente, un encuentro amistoso.

Rate this story

Liked this story?

Nifty is entirely volunteer-run and relies on people like you to keep the site running. Please support the Nifty Archive and keep this content available to all!

Donate to The Nifty Archive
Nifty

© 1992, 2024 Nifty Archive. All rights reserved

The Archive

About NiftyLinks❤️Donate